Nuestro país está repleto de héroes poco reconocidos. A lo largo de la historia, muchas personas lo han dado todo por España, pero también han sido héroes para otros países. El ejemplo perfecto lo tenemos en Bernardo de Gálvez, el protagonista de este artículo.

Nacido en 1746 en Macharaviaya, en la provincia de Málaga, este militar y político desarrolló una carrera especialmente prolífica en América, llegando a ser Virrey de la Nueva España. De familia hidalga, aunque pobre, trabajo en labores del campo antes de embarcarse en su carrera militar, con 16 años.

Imagen del cuadro por Augusto Ferrer-Dalmau

Los Comienzos de Bernardo de Gálvez en el Ejército

Gracias al origen de su familia, Bernardo de Gálvez pudo ingresar rápidamente como cadete de regimiento a los 16 años. Sin embargo, lo hizo en el Ejército Francés debido a las influencias de su tío y a la mayor facilidad para ascender. En seguida, de hecho, consiguió el ascenso a teniente, dentro del Regimiento Royale Cantabre.

Este regimiento participó en la Guerra de los Siete Años para invadir Portugal, con el objetivo de debilitar la alianza luso-británica. Con un papel secundario, pronto abandonó el regimiento, disuelto poco después.

La llegada a América

En 1769, su tío era visitador general de Nueva España y le reclamó para participar en la campaña contra los apaches en la campaña de Lope de Cuéllar. Poco después, fue ascendido a capitán del Regimiento de la Corona de Nueva España y posteriormente el grado de comandante de Armas de Nueva Vizcaya y Sonora.

Durante estas campañas frente a los apaches, tanto en el río Grande como el Pecos, sufrió heridas de diversa índole, desde heridas en el pecho con una lanza o una caída de caballo. En 1772, con la vuelta de su tío, regresó de nuevo a España.

La Vuelta a España y la Invasión Española de Argel

En concreto, se incorporó como capitán del Regimiento de Infantería de Sevilla, entonces en Cádiz, para luego pasar a la Real Escuela Militar de Ávila de los Caballeros, una academia para oficiales.

De vuelta al regimiento de Sevilla, en 1775, participó en la invasión de Argel, capitaneada por Alejandro O’Reilly, donde fue de nuevo herido, teniendo que recuperarse en Cádiz. Gracias a esta poco fortuita expedición, fue ascendido a teniente coronel. Tras una vacante en la coronelía del Regimiento de Infantería de la Provincia de Luisiana, fue recomendado para su ocupación por O’Reilly.

El Gobierno de la Luisiana

En 1776, Luis de Unzaga y Emézaga comenzó a delegar labores de gobernador a de Gálvez. Ya en 1777, sería definitivamente nombrado como gobernador de la Luisiana Occidental y de Nueva Orleans, tras la marcha de Luis de Unzaga y Amézaga a Venezuela. Su principal misión era mantenerse informado de lo que sucedía en las colonias británicas en Norteamérica.

Entre sus medidas políticas, destaca el aumento de la agricultura en la zona, así como el hecho de aumentar el comercio con Francia y de perseguir el contrabando inglés. En estos momentos, se vivieron varios episodios de tensión con el Reino Unido, como el apresamiento de varios barcos mercantes en Luisiana en represalias por el apresamiento de un mercante español que iba en dirección a La Habana.

A nivel militar, comenzó a reforzar la zona, en especial lo concerniente a la protección del río Misisipi y su entorno. Para eso, trató de reclutar a milicianos desde Nueva España y Canarias. De la misma manera, consiguió la simpatía de muchas de las comunidades indias, las cuales abandonaron otros territorios, como Texas, para ocupar Luisiana.

Gracias a la colonización desde Canarias, se consiguió dotar de cierto músculo a 4 localizaciones clave de Nueva Orleans. Sin embargo, muchas personas huyeron antes de llegar, en Cuba, sobre todo cuando se declaró la guerra a Inglaterra en 1779.

El Papel de Bernardo de Gálvez en la Guerra de la Independencia

Tras la declaración de la Guerra de la Independencia, en Nueva Orleans se realizaron una serie de favores encubiertos  a las tropas rebeldes, lideradas por Oliver Pollock en Nueva Orleans, a través del préstamo de dinero y el permiso para el uso de sus puertos.

A pesar de las denuncias de los británicos, Bernardo de Gálvez mantuvo oficialmente su neutralidad en el conflicto. Ante la evidente tensión, Gálvez decidió adelantarse y atacar a los británicos en Manchac de forma sorpresiva. Tras ello, siguió hasta Baton Rouge, venciendo a finales de septiembre de 1779.

Le seguiría la victoria en el Fuerte de Panmure, apoderándose de la región y mitigando el posible ataque a Luisiana, lo que devino igualmente en una mejora del conflicto para los estadounidenses en Carolina del Sur y Georgia.

La campaña continuó en La Mobile y Pensacola. A pesar de la falta de apoyos y de incidentes como el paso de un huracán, consiguió reunir una escuadra para poder tomar primero La Mobile y luego  Pensacola. Este hecho hizo que recibiera el título de conde.

De la misma manera, mantuvo contacto directo no solo con Pollock, sino con Thomas Jefferson o Patrick Henry, para bloqueara el puerto de Nueva Orleans y evitar que los navíos británicos utilizaran el Misisipi. También se embarcó en la ocupación de la isla Nueva Providencia de las Bahamas, consiguiendo dominar la zona española del Caribe, sirviendo a los estadounidenses en su triunfo.

Posteriormente, estuvo implicado en la retoma de Jamaica, obligando a los británicos a alcanzar un tratado de paz con el que el Reino Unido recuperó las Bahamas y España las dos Floridas, refrendado en el Tratado de Versailles de 1783.

Virreinato de la Nueva España

Tras un breve paso por España en el que asesoró al Gobierno en los asuntos norteamericanos, en 1785 regresó al continente americano, siendo nombrado virrey interino de Nueva España, sustituyendo a su padre, ya enfermo. A pesar de este nombramiento, siguió siendo gobernador de Luisiana a petición de la población.

Pronto tuo que hacer frente a problemas de gran calado, como por ejemplo las malas cosechas que sumieron a la población en la hambruna, así como el difícil trato con tribus apaches o la dificultad por mantener tropas en la zona.

Entre otras cuestiones, Gálvez instauró como novedad la declaración de los mismos derechos a oficiales y tropas americanas con respecto a aquellos provenientes de Europa. En 1787, falleció en el palacio arzobispal de Tacubaya, con apenas 40 años de edad y tras una larga enfermedad.

Como puedes ver, Bernardo de Gálvez fue un personaje histórico de gran importancia, probablemente más reconocido en Estados Unidos que en nuestro propio país.

Solo hay que ver los diferentes reconocimientos que hay en las tierras americanas y su legado. Por ejemplo, hay una estatua en su honor en las Estatuas de los Libertadores de Washington D.C.  En Nueva Orleans, una estatua suya ecuestre se encuentra en la Spanish Palza, mientras que en Baton Rouge la plaza principal es conocida como la Galvez Plaza.

Pero el mayor honor fue el concedido en 2014, mediante el cual el presidente Obama, tras una resolución del Congreso:  la ciudadanía honoraria de los Estados Unidos.

Aquí, en España, se creó hace unos años la Asociación Cultural Bernardo de Gálvez en su honor, encargándose de estrechar lazos culturales entre Macharaviaya con Galveston y Pensacola.

Con ello, queda más que claro que Bernardo de Gálvez tuvo que tener un mayor reconocimiento en nuestro país, ¡tal y como pasa con otros muchos héroes españoles!